NICOLETTA CECCOLI

LO FEMENINO INFANTIL. LA NIÑEZ DE LAS NIÑAS

contrary mary

Mundo diminuto, escenográfico, como de marionetas, casas de muñecas, maquetas de habitaciones. También de naturalezas muertas, puestas en una mesa. Rincones. (Las imágenes aquí sólo valen como referencia, se las puede ver mejor en la pagina de la artista).
Un tren que sale o entra de entre las piernas. Una niña que abre su vestido, adentro no están las piernas, está vacío, pero sale de allí un dragón, amable aunque feroz, que amenaza al caballero diminuto. La niña por este detalle se hace una gigante, que desdeña al príncipe.

Soledad (melancolía)
La técnica de pastel, el difuminado, por ejemplo en los cielos de fondo, en los pisos, nos lleva más a una pintura barroca-rococó (Chardin, Boucher, Fragonard) que a un colorismo contemporáneo. Lo mismo los rostros de sus niñas. Es decir, no es contemporánea por alarde de nuevas soluciones, sino por melancolía de un inexistente.
Las cabezas son un gran óvalo, o huevo, con los ojos en los extremos más anchos, separados. Este es si se quiere un detalle dibujístico, pero sin embargo se trata de una «solución» extendida en muchos de los ilustradores infantiles contemporáneos. las narices, en medio de estos ojos separados, son una línea o trazo más o menos recto y largo, como una pincelada cuidada.

spidegirl

Pero, como característica de Ceccoli, los ojos en sí mismos tienen un gran trabajo pictórico-dibujístico. Absolutamente detallados, siendo que en los otros (as) ilustradores en general los hallamos resueltos de modo más gráfico y simplificado. Los labios de las niñas implican un gran trabajo de observación. La boca y los labios de los niños no son fáciles de dibujar cuando se hacen en clave volumétrica y de color. Anotemos de paso que la ilustradora Mabel Lucie Attwell (Peter Pan, 1921), tenía también esta delicada observación de las mejillas, las bocas, los labios y su color en los rostros infantiles. Llega a sintetizarlos en pequeños trazos muy precisos, con los que otorga gran autenticidad a los rostros y expresiones infantiles.

Expresivamente, los ojos y las bocas de Ceccoli son importantes, pues de ellos, abiertos o cerrados, emana buena parte de la atmósfera quieta y melancólica, hacia adentro, silenciosa, de sueño o evocación.