Anoche, de Jorge Quien, sueños en historieta

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INTRO DE ANOCHE DE JORGE QUIEN (Chancacazo publicaciones, Santiago de chile, 2014).

Jorge me enseñó hace un tiempo algunas de estas tiras en las que se había puesto a contar sus sueños. Sentí que él había capturado, por decirlo así, un territorio narrativo.

Me pareció que su dibujo nocturno, sus fondos siderales y los espacios negros le venían de perillas al tema, y que la elegancia y el silencio suave de las atmósferas lo expresaban bien a él como historietista y como soñante. Entre las que ví (esa vez) estaba el sueño de la guerra con las balas lentas, que me relampagueó con la idea de que los sueños pueden contener todos los géneros y temas, sin perder su estilo narrativo y su lógica propia e incógnita.

las balas lentas
las balas lentas

Yo creo que fue por eso que me pareció que en Anoche Soñé probablemente había algo nuevo, no en el tema, desde luego, porque hay muchos historietistas que han relatados sueños de sus personajes, sino en la referencia a sueños reales, autobiográficos, y sobre todo en la manera de recordar y reproducir la particular manera narrativa que ellos tienen, que es fácil de reconocer pero bien difícil de representar, aunque Jorge nos hace sentir el aire grato de la facilidad.

Lo más frecuente que encontramos en otras historietas, o en el cine, son en realidad imitaciones de la forma onírica, o expresión de deseos, que es otra acepción corriente de la palabra sueño. Leí no recuerdo dónde que Bergman en la primera escena de  Fresas salvajes narró un sueño de una manera genuinamente onírica, y probablemente sea cierto, por su manera irruptiva y su rara forma narrativa hecha de imágenes y de montaje, y porque además no pretende descifrarlo o interpretarlo después.

Tampoco Quien está interesado en hacer interpretaciones, decir qué significa tal o cual cosa, y ese detalle es importante. Solamente en uno, donde maneja un auto, el significado le resulta obvio al contárselo a Marcela, su copilota, y es también el único donde aparece un cuadro de vida diurna, al momento de despertar.

la copiloto
la copiloto

Lo inédito, raro y brillante de estas tiras es que se nos presentan así de repente tal como lo hacen los sueños, es decir como algo no visto, historias y temas con aire desconocido y llenas de un sentido incógnito. Traen de nuevo el sentido de lo incógnito, que los métodos interpretativos psicoanalíticas o esotéricos le han quitado a los sueños.

Un intento brillante de interpretar un sueño con claves psicoanalíticas, hay que reconocerlo, lo hizo Art Spiegelman en Breakdowns, valiéndose de su talento. En una o dos viñetas describe primero la escena que soñó, que más que algo que ocurre es una imagen congelada, la cual se ocupa luego en desmenuzar detalladamente parte por parte, para llegar al “mensaje” o significado, y lo hace con un poder de convicción notable para quien alguna vez fue lector de Freud, de Jung o de Lacan. Es decir, Spiegelman escogió un sueño real suyo, con una carga densa de implicaciones históricas, raciales, sexuales, que se prestan muy bien al psicoanálisis. Pero allí –diría yo– la imagen y sus elementos se trasforman por consecuencia inevitable en signos más o menos endurecidos, o sea en códigos descifrados desde una teoría interpretadora, que son desde luego interesantes, pero que me atrevería a decir se suman más a la misma literatura de interpretación psicoanalítica que al arte narrativo y al lenguaje historietístico, ya que no hay un relato donde la imagen presente su potencialidad significativa, sino el análisis de figuras quietas y fijas a través de viñetas de cómic.

pesadilla asesina
pesadilla asesina

En cambio, los sueños que escoge Quien son esencialmente narrativos, la mayoría tranquilos, aunque también hay pesadillescos y angustiosos, como ése donde mata a toda su familia. Son sueños como los nuestros, es decir situaciones a veces más o a veces menos extrañas, que se presentan de golpe, sin desarrollo ni explicación previa; esas situaciones pueden terminar suavemente, con guiños contemplativos, inquietantes, aterrorizadores o humorísticos; o pueden cambiar bruscamente de tema y de imagen, trasladarse a otro lugar, con extrañas continuidades y extrañas relaciones internas, quiebres que nos mueven el suelo, o que en ocasiones experimentamos plenos de sentido.

los matones
los matones

Por ejemplo, el sueño con los matones en un baño de hospital, que lo asedian con frases burlonas: “¿dónde están los cuerpos?, cómo te va con las mujeres?” “No sé, más o menos, qué sé yo”, responde él. La escena es un microrrelato muy claro en su continuidad y en sus implicaciones significativas, pero que cambia súbitamente a un pasillo donde “me cruzo con una silla de ruedas”; este cuadro es como una conclusión cifrada de la escena anterior, conclusión hecha de imagen: la cruz hospitalaria, un cuadro o quizá una ventana rota, la silla de ruedas y el protagonista saliendo cabizbajo. Jorge no quiere explicar significados, sino capturar el ritmo y la atmósfera en donde la escena, los diálogos y la imagen final nos envían el “mensaje” respecto a nuestra vida habitual o respecto a nuestra vida cósmica, pero cuyo significado verdadero y exacto no podemos pretender que vamos a dilucidar.

Probablemente el sentido más genuino de los sueños lo hallemos en estos tiempos en su extraordinaria e inagotable capacidad inventiva, y en su libertad de compromisos con el público. También en su genialidad narrativa, que se pasea (como se dice) por los géneros y por todas las vicisitudes reales e imaginarias de los soñantes, con un mismo estilo que nunca pierde sus características y su vida.

En esta línea trabaja Jorge Quien, y nos demuestra por qué puede ser tanto o más interesante el relato por sí mismo, sin análisis. Se trata de una indagación de la forma narrativa y de la atmósfera visual y emotiva de sus sueños. Ese trabajo, lejos de ser un mero ejercicio formal, es un lugar de autoconocimiento. De paso, nos dice también que el lenguaje de las historietas es muy idóneo para todo esto.

[Editado mínimamente] Jorge Quien está publicando nuevas tiras de Anoche en: http://www.revistaintemperie.cl/anoche-por-jorge-quien/