Revista CARBONCITO, una ciudad de historietistas

Monos de amadeo Gonzáles
Monos de amadeo Gonzáles

Pongamos que lo contemporáneo de estos años está en algunas asociaciones de formas y contenidos, más o menos reconocibles, tal como fueron contemporáneas otras cosas antes. Damos por suspendida la categoría de vanguardia o avanzada, al menos acá.

portada 18
portada 18

La peruana Carboncito propone una mezcla de historietas cortas, de dos a seis páginas, con sensibilidades y poéticas de lo que está siendo la historieta nueva de latinoamérica. No deja de seguir siendo un fanzine que nace en Perú, que vive una vida interesante, y que tiene su cultura peruana. Fanzine o revista, es una mezcla de historietas americanas, latinoamericanas, incluidos canadienses y estadounidenses, que entran a una bien dispuesta mesa, que es Carboncito. Bien dispuesta porque las voces y los monos se juntan tan bien como si salieran de una sola ciudad. No es una ciudad social (sociológica), sino la ciudad de los historietistas.

Los temas son la vida normal y anormal, la vida urgente, desesperada, o tranquila y contemplativa. La vida filosófica, la vida nomás. La vida recordada, cuestionada, o sea la autobiografía, entre ellas capítulos de Power Paola, de quien también es el dibujo de la portada 13, si no me equivoco. Las ciudades: Lima, Bogotá, El Salvador, México, La Paz, Buenos Aires, Chorrillos, Santiago, que parecen una sola ciudad, o sea que son ciudades donde vive gente más o menos parecida, porque tiene deseos y problemas parecidos, con dibujos distintos pero afines.

Lo que quiero decir es que esa conjunción de las imágenes, como una misma ciudad dibujada por distintas manos, muestra la existencia de una “historieta latinoamericana contemporánea”. No “la única”, ni la que lleva el fuego sagrado (también quedan suspendidas aquí esas etiquetas y laureles).

Carboncito lo deja salir transparente, lo deja ver, a ese cómic latinoamericano. El hecho de que la pega de los editores pase desapercibida, como si no estuviera, es mérito de los hermanos Amadeo y Renso Gonzáles, pero también hay algo así como la onda de la época, que es el adherente, la cola fría fina entre cuadros distintos pero afines.

¿Cuál es ese cómic latinoamericano? Yo me atrevería a decir que la línea de Carboncito, teledirigida y-o azarosa, reúne historietas e ilustraciones impulsadas por el apunte y el registro de la vida personal, subjetiva, cómica, seria, emotiva, sarcástica, dolorosa, absurda, con personajes transversalmente muy relacionados a la propia biografía de sus autoras y autores.

Portada 13, Power Paola
Portada 13, Power Paola

Pienso por ejemplo en la serie “El último hombre en el mundo” del boliviano Marco Tóxico, que convive en coherencia con el extraño y afable personaje “Patrik” de Renso Gonzáles, con los personajes filósofos del colombiano Truchafrita, con las niñas que tratan de sobrevivir a los adultos, de Camila Torres Notari, con los animales y humanos valientes de Amadeo González, con la sátira de Lito el perro, de Galiquio. Se mezclan capítulos de Power Paola con los apuntes de viaje y de vida de Jesús Cossío, con Langer y Maliki, y el resultado está vivo, lo que no puede ser solamente una casualidad. Lo que se puede ver es que las mezclas de Carboncito no apagan los colores particulares, que hay algo que los junta bien, pues el pintor o pintora tiene que tener un saber para mezclar varios colores sin que le resulten un gris indefinido. Ese algo puede ser el apunte y registro de la vida, una de las sensibilidades por donde las historietas han encontrado sentido.

Cuéntese además, como diría Jaime Sáenz, con el valor de su origen de fanzine limeño, fotocopiado, espíritu que no han perdido. O sea, autopublicado, con pequeña distribución, difícil para otros países, y que entonces circula por mano y por ferias de fanzines y de cómics, ferias de libros, y bolsos viajeros. Esto para mal de la economía personal de sus editores, debido a la dificultad de hacerla, es cierto. Otro punto de valor.

Algo similar ocurre con la revista boliviana Crash (que no estoy seguro si continúa hoy), en la que recomiendo fijarse, pues aunque distinta a Carboncito en su origen material, arribó también y pronto al latinoamericanismo, –incluida la hispania– y a la sincronía internacional.

Otras referencias: http://historietologo.blogspot.cl/2011/08/entrevista-renso-gonzales.html

Lito el perro, de David Galiquio, un habitual en Carboncito
Lito el perro, de David Galiquio, un habitual en Carboncito

Autor: vicho plaza historietista

Historietista chileno. Aquí se puede ver algunas historias completas y otros dibujos.

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